sábado, 3 de abril de 2010
La Tradición
A principios del siglo XX, la reina de Tailandia viajaba en un barco con su séquito de criados, doncellas, lavapiés y probadores de comida. De pronto, una ola sacudió la embarcación y la reina cayó a las aguas turquesas del Nippon-Kai, en las que, pese a sus gritos de socorro, se ahogó, porque ni uno solo de los que estaban a bordo se lanzó al agua para salvarla. Lo que era un misterio para los extranjeros, estaba perfectamente claro para los tailandeses: la tradición prohibía, y sigue prohibiendo, que alguien, hombre o mujer, toque a la reina.
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3 comentarios:
PATXEKO:
¡Muy bien que le estuvo!
Salu2.
Eso es lo que pasa cuando le damos más importancia a las leyes que al sentido común.
Las leyes deberían estar hechas para incumplirlas, a veces.
Hola Patxeko.
La verdas es que lo que han dicho Dyhego y La Fuensanta y el Antón definen dos posibles.
Será que estaría hasta el moño de la tonta esa.
Un saludo
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