
Esta es la segunda vez que comienzo así un post. Pero bueno, supongo que la vida es, en cierto modo, cíclica y estamos en un constante bucle. ¿Por qué ahora tengo ganas de volver a escribir? No lo sé, pero me apetece y ya está.
Hoy comienzo mi segunda semana de vacaciones y esta vez espero que sea de descanso, porque en la anterior no he parado. Ese estúpido sentimiento que tengo dentro de mí, me lleva a quedar inexorablemente con la gente, cuando mi mente me pide un poco de música y un mucho de literatura. Tengo mucho pendiente y no saco las cosas para adelante.
Ya estoy cumpliendo con mi primer encargo personal: actualizar el blog. Y la mejor forma de hacerlo es hablando de cine y literatura.
Cinematográficamente, lo más destacado de la semana pasada fue "Los Abrazos Rotos" de Almodóvar. Sí, ya sé que es siempre lo mismo: gays, relaciones truculentas, mucho culebrón en la historia y cierto fetichismo por alguna parte de la anatomía humana. Pero esta vez me ha gustado. El director manchego tiene esa forma de contar historias que, según el momento en que te pille, puede escandilar como provocar náusea. Almodóvar tiene algo que no tiene ningún director español y muy pocos extranjeros: capacidad de emocionar con una sola imagen. Algunos momentos de la película son para enmarcarlos (no por la historia, sino por la secuencia). En esta película la historia central tarda en surgir y provoca cierta ansiedad por la incertidumbre de ver una planta que no termina de germinar, pero cuándo aparece la primera flor sabes que el fruto será provechoso. Es recomendable ver esta película para hacerse una opinión personal. Creo que no encontraré dos opiniones iguales sobre este film.
Literariamente, mis dos últimos descubrimientos son "El edificio Yacobián" de Alaa al Aswany y "El Malogrado" de Thomas Bernhard. El primero juega al engaño con el lector pues sus múltiples personajes son meros secundarios del inmueble que da nombre a la novela. Se disfruta página a página con un ritmo muy conseguido y unas historias que se hacen cercanas. Una buena opción para leer algo de literatura egipcia contemporánea. Respecto a Bernhard sólo puedo decir que ha sido mi catársis personal. Ha influido doblemente en mí: como lector y como personaje. Gracias Antonio por ese libro.
Nos vemos pronto,
P.