"Pues Indridason ya es historia. Anoche concluí la investigación para averiguar la identidad el asesino de Holberg. Ha sido un caso extraño, en su forma y en su resolución. La intensa lluvia islandesa que me calaba hasta los huesos no me dejaba pensar. Todo se me hacía cuesta arriba. Mi intuición me ponía en lo peor. Además, todo lo que me rodeaba era excesivamente aséptico: vecinos que no se hablan, familias desestructuradas, banalización de órganos humanos,... Además, mis colaboradores no eran tan sagaces como aquellos que me acompañaron en Ystad. Echaba en falta a mi querida Ann-Britt Hoglund o a Karl Evert Svedberg. Mi vivienda también me era extraña, lejos de ese pequeño rincón acogedor de la calle Marigatan (ummm, otra vez Ystad). Quizás ahora siento más cerca la bancarrota islandensa y sólo quiero huir de Reikiavik para volver a Scania, la bella Scania".Estas son las declaraciones del agente Patxeko tras los sucesos en la urbanización Las Marismas en Reikiavik. Este agente relata que ha encontrado la experiencia Indridason interesante, dada su voracidad por la novela negra. Así mismo, afirma haber notado cierto encasillamiento en los tópicos del género (asesinato brutal, escasez de pruebas, amplio abanico de teorías sobre el crimen...) que le han negado la frescura de Stieg Larsson. Espera que las próximos casos sean más jugosos.
Finaliza aquí su informe y poniéndose a disposición de sus superiores el detective ERLENDUR, estación policial de Reikiavik


