domingo, 19 de abril de 2009

Inquietud

Estoy inquieto. La vuelta a las clases me produce sensaciones extrañas. Mucho tiempo alejado de la pizarra y la tiza. Hoy, por ejemplo, no consigo disfrutar de una buena película o de un libro trepidante.

Literariamente, estoy a tope con "Las Marismas" de Arnaldur Indridason. Sigue la estela de Larsson y Mankell, retratando la sordidez de las sociedad que rayan el círculo polar artico a través de unos personajes con multitud de aristas.

En cuanto a la imagen, estoy empapándome a tope de "Orgullo y Prejuicio". El viernes devoré la última versión cinematográfica y ayer me empapé de la serie "Lost in Austen", curioso experimento donde una fanática de la obra se ve mágicamente trasladada dentro de los paisajes de Derbyshire donde transcurre la novela. No es nada del otro mundo, pero para nuevos Austentólogos como yo, resulta resultona. Perdón por el ripio.
También he hecho un hueco a un clásico: "La Condesa Descalza" de Mankiewicz con Bogart y la Gardner. Una mezcla de cenicienta devorada por una hoguera de vanidades que mariposean alrededor de esos lugares tan excéntricos como son Hollywood, la riviera francesa o las orillas noblescas del Arno.

Ahora intento centrarme en estas últimas horas antes de reemprender mi papel de docente. Ya lo cantaba Serrat:

Y con la resaca a cuestas
vuelve el pobre a su pobreza,
vuelve el rico a su riqueza
y el señor cura a sus misas.

Se despertó el bien y el mal
la pobre vuelve al portal,
la rica vuelve al rosal,
y el avaro a las divisas.

Se acabó,
el sol nos dice que llegó el final,
por una noche se olvidó
que cada uno es cada cual.

Vamos bajando la cuesta
que arriba en mi calle
se acabó la fiesta

P.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como para todos ,Señor Patxeko, la vuelta a la rutina supone un cambio fatal en nuestro ser. Aunque la otra cara de la moneda traiga la vuelta al compañerismo mutuo y la relación entre amigos y compañeros.
Un saludo y espero que no le resulte muy pesado el "síndrome post-vacacional".

Fdo: Jean-Jacques
=)

El casero dijo...

Pero la rutina también tienes sus cosas, que nos pone orden, aunque hay que dejar que las cosas fluyan, que también se escapen a este orden a veces no deseado de las cosas.