lunes, 24 de noviembre de 2008

Gomorra


Tarde, escondido y sin mucho bombo ha llegado a las pantallas de la marginal Centrofama una de las mejores opciones cinematográficas que tenemos hoy por hoy en Murcia. Se trata de Gomorra, una de las películas que tiene tantas historias internas como externas.
Empecemos por orden. Primero lo externo, Gomorra fue una de las grandes triunfadores del último festival internacional de Cannes, donde se alzó con el premio a la mejor dirección para Matteo Garrone. Aquí no se acaban los factores externos a la historia: el escritor de la novela en la que se basa es Roberto Saviano, un periodista que en 2006 saltó desgraciadamente a la fama por describir en este relato los entresijos de la mafia napolitana, también llamada Camorra. La gran repercusión del libro -con más de un millón de copias vendidas- provocó una reapertura del debate sobre el crimen organizado en Italia y valió a Saviano amenazas de muerte de las familias camorristas. El Ministerio del Interior italiano proporciona una escolta permanente al escritor, que ha sido calificado por Umberto Eco como héroe nacional. Decidió abandonar Italia después de que la prensa desvelara el 14 de octubre de este año que el clan de los Casalesi tenía previsto asesinarlo a él y a su escolta en un atentado espectacular antes de Navidad. Lo peor, según él mismo, es la soledad. Que nadie quiera alquilarte una vivienda. Que los comerciantes te rueguen que compres en otra parte. Que los amigos no te devuelvan las llamadas. Lo peor es estar solo, sin otra compañía que los cuatro policías. Por eso se ha visto obligado a dejar su ciudad.
En la intrahistoria fílmica nos encontramos con un filme de estética documental que desnuda las malas maneras de la Camorra al estilo de "Ciudad de Dios" (pero con un punto menos acelerado que agradecí). Así pues, el retrato se realiza mediante cinco historias humanas que se cruzan y descruzan en esa Italia pseudofascista orquesta por el Showman Berlusconi. Atención a la vicisitudes del sastre Pascuale, que con pocas palabras e imágenes cuanta mucho. Se agradece que no haya una voz en off que moralice una historia amoral. A su vez, no vemos claramente un inicio y un final ya que los largos tentáculos mafiosos alcanzan más allá de donde nos alcanza la vista o el razonamiento. Garrone ofrece un retrato asfixiante, con olor y sabor, de una normalidad que da miedo, de un localismo indeseable. Lo que ves y lo que oyes angustia e impresiona. No suena a ficción sino a inadmisible realidad. Y con la sensación de que nadie va a intentar cambiarla, de que es invulnerable.

Hay que verla,

Patxeko

1 comentario:

Mikel Aingeru dijo...

Gracias JA¡¡¡¡¡ Oihane y yo ya la teníamos fichada, pero claro..........hacía falta la versión patxekil de la misma ;)))

Un saludo desde Bizkaia

Mikel Aingeru