miércoles, 12 de enero de 2011

Lisztmania



Siempre se ha hablado de cosas como la Beatlemanía o demás fiebres humanas provocadas por el músico de turno. Pero no es un invento del S. XX. Hace dos siglos, o cuarenta lustros, ya apareció en la escena musical alguien que despertaba los instintos más básicos de las personas a base de notas musicales. Se trata del húngaro Ferenc (Franz para los occidentales) Liszt.
Este hombre provocó la Lisztmanía, también conocida como fiebre Liszt, término empleado para describir el frenesí de los seguidores dirigido hacia Franz Liszt durante sus actuaciones. Este frenesí tuvo lugar por primera vez en Berlín en 1841 y fue acuñado posteriormente por Heinrich Heine en un folletín el 25 de abril de 1844, discutiendo la temporada de conciertos de dicho año en París. La Lisztomanía se caracterizó por los niveles intensos de histeria demostrados por los seguidores.
Se dijo que la forma de interpretar del pianista elevaba el estado de ánimo de la audiencia a un nivel de éxtasis místico.Los admiradores de Liszt se arremolinaban en torno a él, luchando por sus pañuelos y guantes, y se ponían su retrato en broches y camafeos. Las mujeres trataban de obtener mechones de su pelo y cada vez que se rompía una cuerda del piano, sus admiradores trataban de cogerla para hacer una pulsera. Algunas admiradoras incluso llevaban frascos de vidrio en el que vertían sus posos de café.
Liszt fue un excéntrico y un donjuan, un virtuoso pianista que llenaba salas de conciertos y también un intelectual, un viajero incansable y, sobre todo, un músico que nunca dejó de componer. 123 conciertos para piano, 77 canciones, 25 conciertos para orquesta, 65 conciertos para coro sacro y 28 conciertos para coro secular, así como numerosos arreglos, conciertos para órgano y otras piezas conforman su obra musical.
La fama de Liszt recorrió toda Europa durante el siglo XIX por su extraordinaria y pasmosa habilidad como intérprete. Sus contemporáneos afirmaban que era el pianista técnicamente más avanzado de su época y quizás el pianista más grande de todos los tiempos.

Os dejo una obra de este autor dirigida por un director peculiar:

1 comentario:

Dyhego dijo...

Me encanta el Conejo de la Suerte...
Salu2 y gracias.
¿También eres melómano?