lunes, 1 de junio de 2009

¿Elecciones a qué?


Basta ya de tanta tontería señores diputados (o futuros). Tenéis el ombligo muy grande y un exagerado dogmatismo a la hora de hablar: yo, solamente yo y mi partido tenemos a razón absoluta y no vamos a compartir la fórmula. Estoy harto de políticos, políticas y partidos. Harto de falcones o juicios al franquismo. Ahora no es el momento, ya llegarán las elecciones locales y las generales.
Por un lado, el PSOE no sabe luchar contra la tormenta popular y responde con el continuo Y tú más. Salta al ruedo del enfrentamiento creando una forma de comunicación más propia de un magazine televisivo nocturno donde todo huele a tomate. Al final cae en la trampa que tanto le gusta a sus adversarios, que se mueven bien por estos lodazales. Deberían luchar contra esa expresión que cada día se generaliza más y es enormente negativa: todos son iguales.
En el otro rincón, nos encontramos al PP de Mayor Oreja. Un personaje de esos que dan miedo, de los que nos reiriamos sino fuera porque tememos encontrarlo en nuestras pesadillas. Un hombre que no teme alinearse con el sector más reaccionario de la iglesia defendiendo los abusos de los clérigos en pos de la lucha contra una lacra mayor: aborto = aberración.
En fin, nadie habla de Europa ni de las cuestiones del mundo que nos rodea. Hojeando el periódico de hoy encuentro más extension sobre las bailarinas de Don Silvio que cualquier otra cuestión europea. En el fondo es fuego fatuo para distraer la atención sobre las cosas que nos interesan, o que, por lo menos, deberían interesarnos.
El domingo iré a votar pero no tengo clara mi opción. Ya os contaré.

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