domingo, 31 de mayo de 2009

Paranoia Agent

Ayer finalicé la serie manga Paranoia Agent de Satoshi Kon y sigo con la misma incertidumbre que me producen otros productos de este calibre. Este año decidí tener la mente abierta al mundo del anime japonés y gracias al Salva he visto bastantes ejemplos. Definitivamente, Satoshi Kon no me emociona. Basa sus historias demasiado en aspectos pseudofilosóficos y recurre mucho a la mitología japonesa, lo que me impide entenderme con esos extraños personajes.
En Paranoia Agent nos encontramos con una gran colección de gente bajo presión debido a la familia, el trabajo, el pasado traumático.... y supuestamente son liberados por un golpe de bate de un chico en patines. Bueno, vale, voy a hacer por creérmelo. Visualmente es trepidante y engancha, pero en el aspecto argumental vuelvo a poner en evidencia mi falta de sintonía con estos dibujantes nipones.
Debo aclarar que no todo el manga me repele, a pesar de mis esfuerzos; porque la animación sencilla y onírica de Hayao Miyazaki siempre me ha gustado, salvo la excepción de su película más aplaudida: El viaje de Chihiro. Hace poco vi en el cine Ponyo en el Acantilado y me lo pasé bomba, como también con La Princesa Mononoke o El Castillo Ambulante.
Sólo escribiré una cosa más: el cine anime es como el arte moderno. Se basa en sensaciones y lo que a mí me deja frío a vosotros os puede encandilar. Siempre hay que intentarlo y no rechazar nada de plano.

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