lunes, 4 de agosto de 2008

Cronica Estival II: Mondoubleau

En mis aventuras por Francia me encontré con dos Magas (Marta y Sara) y un mago (Szymon) que mejoraron mi existencia en un proyecto descabezado donde todo empezó mal. No conseguí hablar francés porque me tocaron los dos bichos más raros con los que me he cruzado en mis casi 29 años de existencia.
Sigamos hablando en positivo. Conocí la región del Loira que es un museo al aire libre: catedrales, edificios y sobre todo castillos. Los hay a cascaporro, pero son caros. Después de visitar tres: Chambord, Chennonceau y Amboise me saturé y creo que tardaré tiempo en hacer una ruta similar. Todo es opulencia, grandiosidad y un toque versallesco que siento alejado de mí. No negaré la belleza de todos y cada uno de los sitios que visité.
Lo mejor del campo fueron los magos con los que conviví. Sin ellos, hubiera abandonado mucho antes. Es curioso, siempre he creído en que una amistad se basa en afinidades, pero en este caso tengo la certeza de que las afinidades son de esas invisibles, de las que se sienten y no se pueden explicar. Quizás por eso, los momentos con ellos sean aún mejores. La foto es de las magas frente al castillo de Chambord.
Ahora toca la reflexión: este seguramente ha sido mi último campo de trabajo. Tras 10 experiencias de estas, tengo que verlo como uno de los mejores periodos de mi vida donde me he cruzado con gente que ha dejado huella. Pero es momento de plantearme nuevos retos. Quizás sea el momento de lanzarme a los GR. El primero, por supuesto, Roncesvalles - Santiago de Compostela, esa aventura no se escapa para el año que viene. Desde aquí dejo abierta una puerta para quién se quiera unir a este bello proyecto.

Bueno, un abrazo a todos,

Patxeko (con Karma aún mejorado tras mis visitas de ayer y las que vendrán hoy)

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