jueves, 17 de abril de 2008

Genes


Ciertas investigaciones no dejan de sorprendernos. Resulta que un investigador israelí (cuya país no es una dictadura pero hace cosas que lo parecen) ha concluido que alguna de las páginas más oscuras de la historia como Pol Pot, Hitler, Pinochet, Stalin o Videla compartían genes. ¡Tírate de la moto y no fastidies! Lo único que compartían eran ansías de poder y egoísmo que los deshumanizaron al igual que sus países. Esos ingredientes están en muchas otras personas, quizás las circunstancias y la historia nos han salvado de mayores desastres.
En vez de estudiar eso, tendríamos que averiguar cómo acabaron sus días cada uno de ellos. Franco se murió en su cama tranquilamente, Pinochet ni siquiera fue a la cárcel (gracias a Aznar & Blair, entre otros), Stalin nunca abandonó el poder y vivió plácidamente en el sistema que creó, Pot (al que se le atribuye la desaparición de una cuarta parte de la población camboyana) murió en la selva que lo vió nacer,... En vez de genes, todos (salvo Hitler y Mussolini) compartieron una vida plácida y una muerte más digna de la que merecían. Lo triste es que jamás fueron juzgados por sus crímenes y menos aún pagar por ellos. ¡Malditas leyes de punto final!
Tanto nos vanagloriamos los españoles de la transición y, cuando me paro a pensar, me da vergüenza mi país. Porque sí, aquí también hubo leyes de punto final. No se juzgaron a aquellos que ejecutaron a Julián Grimau o Salvador Puig Antich y a tantos otros que torturaron. Claro, hay que callar para no levantar ampollas y abrir viejas heridas. Pero eso le viene bien a los Fragas de turno que ganaron la guerra y vivieron del botín de guerra.
Acabo aquí porque cada vez me pongo peor,
Salud,
Patxeko

No hay comentarios: