La Justicia que no es justa

Hoy se ha fallado la sentencia en el juicio de Gescartera. Finalmente, se ha condenado al principal culpable (ya no es sospechoso porque ha finalizado el juicio) a 11 años de cárcel. No nos engañemos con la cifra. El Sr. Camacho no estará en prisión más de cinco años, tiempo al tiempo. Esto coincide con la noticia de que Farruquito ha obtenido el tercer grado (sólo va a dormir a la cárcel) justo un año después de haber ingresado en prisión por haber atropellado mortalmente y huir a un hombre sin nombre. La aplicación de las leyes de este país debería de cambiarse el nombre, ¿qué podemos hacer cuando la justicia no es justa? Parece más un arbitraje deportivo donde es más cómodo equivocarse en favor del fuerte.
Respecto al primer caso, sólo me queda una pregunta ¿dónde se encuentran los 90 millones de € que los inversores confiaron a Camacho? Seguro que se encuentran en algún paraíso pérdido y ya no tenemos a Milton para que nos ilumine cuál. Estoy harto de estos ladrones de guante blanco que roban a manos llenas y luego sólo reciben un pescozón.
Otra cosa que me cansa es todo este batiburrillo que viene tras las elecciones. La investidura y configuración del nuevo gobierno tardará en llegar y mientras tanto, sesudo periodistas gastan palabras y tiempo en hacer quinielas. No entiendo la razón a esta lentitud cuando el gobierno seguirá con la misma cabeza visible.
Y de nuevo tenemos a Sarkozy en las portadas. Es el mayor espectáculo de la política internacional. No ya sólo por Carla Bruni, los yates, la pose hortera y demás frivolidades, sino porque, un día sí y otro también, exhibe al mundo el personaje de estadista mundial. Hoy anuncia centrales nucleares y ayer el boicot a China. ¿Qué anuncio hará mañana? ¿Un coche, un avión o una ley social? Estaré atento.
Salud,
Patxeko