miércoles, 28 de mayo de 2008

La Escafandra y la Mariposa


Tras unos días muy atareado (exámenes, manifestaciones de la estupidez humana...) vuelvo a este rincón particular.
Ayer me eclipsó una película. Una maravillosa reflexión sobre la esperanza y la fuerza del ser humano. Se trata de La Escafandra y La Mariposa de Julian Schnabel. La historia parte del momento (9 de diciembre de 1995) en que Jean-Dominique Bauby, periodista de 42 años y editor jefe de la revista Elle, se desplomó de repente. Algo había interrumpido la corriente en su cerebro.
Fue llevado urgentemente a uno de los mejores hospitales de París, para obtener el diagnóstico de un coma provocado por un infarto cerebral, del que tal vez pudiera salir. Salió del coma, pero afectado del "síndrome de cautiverio" (una extraña dolencia que provoca una parálisis completa, un encierro en uno mismo, como dentro de una escafandra) pero con las facultades mentales intactas. Algo muy parecido a un argumento para un relato de terror.
Sólo podía abrir el ojo izquierdo y su única ventana al mundo era el parpadeo. Un guiño para decir "sí", dos para decir "no". Podía oír, comprender, recordar, pero no hablar. Además de su párpado izquierdo también estaban intactas su imaginación y su memoria: la mariposa.
Con su ojo se puso a componer palabras, frases y páginas enteras. Primero memorizó y luego dictó todo el libro, letra por letra. De esa manera, paralizado en la cama o en la silla de ruedas, Bauby dejó constancia de su existencia y de sus reflexiones en esta obra hecha desde los límites de la fortaleza humana, que mantuvo su vida fuera de él, fuera de su cuerpo. En menos de un año logró dictar este libro (uno de mis objetivos veraniegos), extraordinario testimonio que se convirtió en un bestseller internacional traducido a muchos idiomas, apenas publicarse.
Bauby vivió lo suficiente para saberlo. Pero murió pocos días después de la publicación en un hospital próximo a París: tenía 44 años. La principal virtud es que es conmovedora, mordaz y nunca autocompasiva. El destino y el poder de su historia le convirtió en un verdadero escritor.
Mientras la veía sentí un impulso de escribir las reflexiones (de auténtica belleza) del protagonista. Aquí las dejo:
  • "Ten la impresión de que mi vida ha sido una serie de pequeños fracasos: las mujeres que no supe amar, las oportunidades que no supe atrapar, los instantes de felicidad que dejé pasar. Sabía el resultado de la carrera, pero era incapaz de apostar por el ganador. ¿Estaba ciego y sordo? ¿O era necesaria la desgracia para enseñarme mi auténtica naturaleza?".
  • "Hay dos cosas que no tengo paralizadas: mi imaginación y mi memoria: vías de escape para salir de la escafandra".
  • "Este hospital está lleno de almas rígidas y mudas, un batallón de tullidos".
  • "Todos los niños buscan el reconocimiento y, por supuesto, yo buscaba el de mío".
  • "Hoy es el día del padre y mis hijos han venido a verme. Supongo que un boceto de papá sigue siendo un papá".
  • "Es peligroso creer en los milagros personales, tendemos a sentirnos especiales".
  • "Igual que un marino que ve desaparecer la costa de la que acaba de zarpar, veo mi pasado escapar, reducirse a las cenizas del recuerdo".
Espero que los que no la habéis visto, lo hagáis en breve. No tiene precio. La tengo por si alguien le interesa.
Salud,
Patxeko

2 comentarios:

Mikel Aingeru dijo...

Epa¡¡¡¡ me alegro de que al final la hayas podido ver en Murcia. Yo la ví por Octubre en Renoir-Deusto y rápidamente te la recomendé, pero bueno, ya sabemos como está el panorama cinéfilo en Murcia, aumentando pero no llega a la altura de otras "plazas".En fin, mejor tarde que nunca.

Besarkada bat Leioatik

Mikel Aingeru

Espinker dijo...

Yo la vi cuando la pasaron en la filmo y pese a que es un poco lenta me gustó.

Me pareció conmovedor la historia de un hombre en la cima del éxito que se desploma de esa manera, y que pese a todo sigue siendo un hombre con sus anhelos e ilusiones. Otra cosa que me gustó fue la tenacidad de la gente del hospital, que al principio creían más en él que él mismo y le ayudan a querer vivir.

Otro personaje admirable es el de la (ex-)mujer y de como lo cuida, pese a todas las señales que da él de amor por su (ex-)amante, aunque ésta ni se digna a pisar el hospital. En fin, la abnegación de muchas mujeres es increíble.