martes, 20 de mayo de 2008

Y no piensa hacer prisioneros


Ya está aquí. Se nota se siente, Alberto está presente. Sí, "el caballo de Troya" ha cruzado las últimas fronteras que le quedaban para tomar un puesto importante dentro del PP. Cuando se abra al poder político, de sus entrañas saldrán todos los ejércitos del mal. Un hombre ha tragado todas las injurias e insultos vertidos desde su partido sólo puede sobrevivir en el mismo por una razón: AMBICIÓN.
Este Ruiz Gallardón es como la Iglesia (que reina desde hace 21 siglos y promete seguir dando la lata): predica cosas distintas y hasta contradictorias según la dirección del viento o las necesidades del estómago.
Después de que el Caballo de Troya hiciera el bachillerato en los jesuitas (si buscas el término jesuita en un diccionario de sinónimos aparecen las siguientes alternativas: hipócrita, falso, doble, sibilino), y que después estudiara Derecho, que es una carrera de orden, y más tarde hiciera oposiciones a fiscal, ocupación que garantiza un sueldo hasta la muerte. Todo en un tiempo récord, pues a los 23 años Ruiz-Gallardón había tomado ya posesión de su puesto en la Audiencia Provincial de Málaga, donde enseguida (¡deprisa, deprisa!) pediría la excedencia para dedicarse a la política. Su biografía era perfecta desde cualquier cabeza biempensante, extraterrestre o no. Convenía, para completarla, que el joven político militara en las juventudes de AP, que fueron la versión Neandertal del PP, al que Aznar retrotraería luego al Australopiteco. Completa su currículo con un matrimonio con una hija de un ex ministro del asesino que gobernó este país hasta que la vida no le dio para más.
Su ADN coincide al 100% con el de los portavoces de la Conferencia Episcopal. Para que el pastel eclesial estuviera completo, sólo faltaba añadirle algunos ingredientes contradictorios, como el de ser demócrata o el de estar a favor del aborto, del divorcio y de los matrimonios entre homosexuales. De este modo, la derecha vergonzante le votaría por parecer de izquierdas, y la izquierda retraída, por parecer de derechas.
Su imagen de tipo culto, sentimental, incluso sensiblero, que ganaba elecciones como el que hace rosquillas, que enamoraba a madres e hijas marcianas por igual, aparecía otro terrible: aquel, por ejemplo, que en la noche electoral del 6 de junio de 1993, una vez confirmada la cuarta victoria consecutiva del PSOE en las elecciones generales, se manifestó en rueda de prensa, junto a Javier Arenas Bocanegra, para denunciar, en una maniobra brutalmente desestabilizadora un pucherazo electoral. Pero tampoco conviene dejar de lado a aquel otro Gallardón pelota que, con tal de agradar a su jefe, confeccionó una carrera política completamente absurda a Ana Botella, de la que llegaría a decir, para justificar su ignominiosa acción, que era una rebelde.
Pues ya está aquí, dispuesto a mandar (puede sustituirse por un sinónimo castrense) y den por seguro que no hará prisioneros.

Patxeko
P.D. Me voy a la cama con el miedo en el cuerpo. Espero no tener pesadillas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por meterme el miedo en el cuerpo a mi también.

El hecho de que los "dos" (por no decir catorce) bandos enfrentados en el PP tengan como cabezas visibles por un lado a tu queridísimo Gallardón y por otro a la también queridísima por todos Espe Aguirre, me da un tembleque de piernas, un erizamiento de los pelillos de la nuca que me deja tieso. La biografía que acabas de analizar de Gallardón está muy bien. Pero, ¿y la de Esperanza Aguirre? Aquella ministra de Educación, Cultura y Deportes (1996-1999) que hacía gala de no tener ni idea de por donde llovía. Sin animo de alargarme, solamente subrayar el hecho de que no se qué sería peor para el PP y para el país.

Saludos a todos los seguidores del blog de Patxeko (bienvenido Sandro) y para el propio Patxeko