jueves, 22 de mayo de 2008

No aprenden

Llevo varias días sin querer escribir sobre el Caso Taguas. Me enfada, me irrita y me desilusiona que al PSOE le pasen estas cosas y no aprenda.
Para poner antecedentes: el ex Director de la Oficina económica del Presidente del Gobierno ha cambiado de trabajo. Hasta aquí todo se asemeja a la vida laboral de cualquier español. Lo inaceptable es que su nueva labor es presidir SEOPAN, la patronal de las constructoras españolas. No es de recibo que un hombre que ha estado en la primera línea de la actuación económica del país se pase a dirigir el lobby de los ladrilleros. Es insoslayable pensar que este hombre se dedicará a reflotar el sector en un momento de crisis. Pero esta industria tiene muchas páginas negras: aceptando que ha sido el motor de la economía en los últimos años, también es cierto que ha sido la causa de que un joven no pueda acceder a una vivienda digna debido a los pingües beneficios de la especulación. Ha sido un negocio de enriquecimiento hiperacelerado para unos pocos y un trabajo sujeto a terremotos para muchos. En los últimos años, el adjetivo ético ha sido su némesis.
La gente de a pie quiere que los políticos sean ejemplares, pero cada vez se encuentran menos y la indiferencia e indignación se instala en el votante. Como ya he escrito muchas veces, nos volveremos italianos y un Berlusconi tomará las riendas de esta península que cada vez es más barataria. Taguas sigue el mismo camino de Schroeder (amigo de Putin y dirigiendo la rusa Gazprom), Aznar (asesor de Murdoch e instructor moral de las nuevas generaciones) o Blair (asesor de JP Morgan). No se les ficha sólo por su capacidad, sino por su valiosísima agenda de teléfonos y la información acumulada durante los años en que el pueblo depositó en ellos su confianza.
Como epílogo de este sainete, CIU ha salvado el culo al PSOE en una reprobación parlamentaria interpuesta por Iniciativa per Cataluña. Duran y cía ya tienen una muesca en su rifle para futuras peticiones que pagaremos los demás. Vuelvo a perder mi fe en los socialistas y eso me hunde más porque los creía diferentes. Están condenados a repetir errores y no aprender de los ya cometidos (Roldán, Filesa,...) Supongo que aquella reflexión que una vez escuché es cierta: no hay peor economía que la que se administra con dinero ajeno.

Salud,
Patxeko

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